viernes, 24 de abril de 2015

6 mil kilómetros Ushuaia - Uruguay


Después de haber llegado a nuestra primera meta Ushuaia con todo el animo del mundo… nuestra primera parada después de partir fue en Tolhuin en la panadería la Unión, pasamos el paso Garibaldi y fue mas hermoso que la primera vez, con un poco de frio preferimos detenernos ahí y pasar la noche en el albergue de ciclistas principalmente, que es un gimnasio en un sótano con calefacción frente a la panadería, con bolsa de dormir en el piso, una sopa caliente y unas facturas donadas especialmente para nosotras, nos echamos a descansar mas que nada del frio, por el resto del día. 


A la mañana siguiente desayunamos unas empanadas marginadas por estar rotas y compartimos con ciclistas provenientes de diferentes partes del mundo, uno a uno se fueron para continuar su camino, unos al sur y otros en dirección norte, hasta que al mediodía nosotras también arrancamos a la ruta que tiene ripio, pero esta vez la pasamos mas seguras por unos 50 minutos, hasta que comenzaron a caer gotas de agua, parecía que solo para no perder la costumbre de ir apretando en ruta, llegamos al paso San Sebastián, que es la frontera entre Argentina y Chile, seguimos ruta escapando de una tormenta que se asomaba en el cielo, las nubes empezaron a oscurecer y a cerrarse solo dejando un canal en el medio para que nosotras pasemos por ahí sin empaparnos; pasamos Cerro Sombrero donde supuestamente haríamos la parada pero con el cielo cerrándose en plena tarde decidimos seguir hasta huir de la tormenta, pasamos de largo el pueblo donde habíamos dejado secando una piel de borrego, sí, la piel de borrego de Karol se quedó y seguimos camino, las condiciones de ruta estaban cada vez peor, con el viento en contra y  de costado con ráfagas de hasta 90 km/h, Karol llegó apretando mas que de costumbre al estrecho de Magallanes a 15 km/h ya que si se arriesgaba a acelerar las ráfagas de viento nos golpeaba empujándonos casi fuera de la ruta, tenía que ir con sus veinte sentidos en la ruta e ir hablando con nuestros angelitos que se hagan pesados para que el viento no pueda con nosotras, sin mencionar los camiones que provocaban como de costumbre remolinos de viento que hacen estremecer no solo a Juana cada vez que pasan, mientras Naty no dejaba que pare, insistiéndole en no quedarnos y seguir hasta Rio Grande, llegamos a la frontera nuevamente, esta vez el paso Chile – Argentina, ya con un mejor clima pero no lo suficiente para seguir; había mucho viento en contra, Karol se acercó a un oficial solicitándole donde poder pasar la noche y poner nuestra carpa para descansar y salir a la mañana siguiente, después de unos minutos nos trajo la información necesaria, una balanza abandonada para pesar camiones a unos 300 mts hacia el norte, la cual estaba sin uso podía ser nuestro refugio (un espacio de calle detrás de dos edificaciones). Buscamos un sitio estratégico donde poner la carpa para no padecer por el fuerte viento de la Patagonia Argentina. Nuestros cálculos no fueron exactos así que tuvimos que levantarnos en plena madrugada para mover la carpa huyendo del viento despiadado y así poder descansar tranquilas y partir a la mañana siguiente rumbo a Rio Grande.



Llegamos sin inconvenientes, gracias a Dios, comimos en un parque, unas papas sancochadas con atún y cebolla, y ya con la barriga llena y el corazón contento a buscar donde dormir, acampamos en una cancha de futbol y pedimos a la casa de al lado un poco de agua caliente y un espacio para que Juana pasara la noche segura, dormimos tranquilas, a pierna suelta como se dice en Guayaquil y al día siguiente seguimos ruta hasta llegar a Rio Gallegos, después de buscar un lugar donde poder acampar la primera noche sin inconvenientes, mas que el de animales afuera de la carpa que posiblemente eran familiares de Mickey así pasamos la primera noche de una semana, nos volvimos a encontrar con Cacho Teppa y sus amigos, al día siguiente una amigo de Teppa nos ofreció un departamento por dos noches mientras en una vuelta buscando un rayo para Juana Karol se encontró con su compatriota, un amigo que salió unos meses antes que nosotras desde Quito - Ecuador a dar la vuelta por América Del Sur en una moto china 250cc, quien diría, recién rumbo a Ushuaia, unas palabras, unas sonrisas, buenos deseos y a seguir.



Buscando una bicicletería para colocar el rayo nos encontramos con Pablo y Sergio, que nos invitaron al taller, a un costado de la casa de Sergio, donde Pablo tenía su moto (una Gilera del año 70 en la cual recorre todo Argentina) para colocarle el rayo a Juana, en el proceso nos llamaron almorzar y desde ahí nos compartieron todo por dos días, invadimos una de las habitaciones y ellos invadieron nuestros corazones, en estos días en la casa de Sergio conocimos a Guada, una porteña que venia desde Buenos Aires en su XL 125 quien compartiría con Pablito la ruta hasta el fin del mundo, para luego continuar por todo América del Sur, después de haber hecho nuevos amigos entre los padres de Sergio y su Hijo Lucas, seguimos nuestro camino al norte hasta Comandante Luis Piedra Buena.



Al llegar nos encontramos con un hermoso paisaje después de 237km con viento de rutina y paisaje patagónico, es decir casi nada, guanacos y tierra, encontramos un río color turquesa y una red de arboles que parecían pajitas a merced del viento, terminamos acampando en ese hermoso lugar gracias a la buena onda de Jeremias, quien nos pagó el camping para poder descansar y comer tranquilas, pasamos dos noches ahí ya que el viento no daba tregua, salimos a comprar caminando y el viento nos quería llevar en peso, teníamos que caminar con las piernas abiertas para que no nos tumbara, a Naty le dio por desafiar al viento y comenzó a trotar, pero a los diez pasos pagó su atrevimiento, con un golpe del viento fue a parar al piso, amortiguando la caída sobre su celular que por suerte es a prueba de golpes; llegamos a comer un asadito delicioso y a dormir; a las 11pm el viento paró como por arte de magia, me daban ganas de levantar el campamento y emprender ruta ya que por fin el viento se había ido a descansar, pero no lo hicimos porque hay muchos animales que se cruzan en la ruta y en la noche no es muy conveniente viajar, así que esperamos a la mañana siguiente pero el viento hp se levantó temprano y tampoco nos dio chance a salir, así que pasamos otra noche en el campamento disfrutando de nuestra difícil vida de moteras en un lugar hermoso contemplando el atardecer de Comandante Luis Piedra Buena, pero no podíamos quedarnos mas tiempo ya que la ruta nos llamaba para llegar a Tres Cerros con las ultimas energías que nos quedaban, sumando entre Naty, Juana y yo llegamos a una estación de servicio, cargamos nuestros últimos 40 pesos de gasolina ya que Juanita por culpa del viento se comió todo el tanque y casi la mitad de aceite… así que decidimos dejar de gastar innecesariamente tanta energía y dinero peleando contra el viento y subimos a Juanita al camión de Maximiliano, Naty compartió cabina con Max y yo pagué mis karmas al irme en el otro camión, llegamos hasta Caleta Olivia para compartir un churrasco con cebolla (un guiso de carne, cebolla, morrón, huevo y papa) delicioso y hecho por unos de los custodios del camión, conversamos un poco y armamos nuestra carpa en medio de los dos camiones, un poco de pimienta en las esquinas de la carpa para evitar a los perros meones y a dormir. A la mañana siguiente desayunamos café con avena y seguimos ruta hasta una parada estratégica en Trelew, donde cambie de camión al VIP de Max y compartimos los tres la cabina, Naty y yo nos turnábamos la cama que era el tercer asiento y así continuamos hasta San Antonio donde se unieron mas custodios por la inseguridad de ir acercándonos a Buenos Aires, compartimos una cena de jabalí con copetona, que era la caza del día anterior de los chicos, así que recibí el 11 de marzo, día de mi cumpleaños con camioneros y custodios, disfrutando de excelentes platicas y buena compañía, dormimos y seguimos camino a Bahía Blanca donde nos esperaba Juancho, quien resulto ser un loco hermoso que se cruzo en nuestro camino, tantas buenas historias podría contar de nuestra estancia en Bahía Blanca, pero tratare de ser breve para explicar estas dos semanas.

Con Max - La despedida



Con Juan Jose en Bahia Blanca 
Celebramos mi cumpleaños en un restaurante, armamos y desarmamos a Juana, pusimos las luces de freno que necesitaba y un filtro de aire nuevo, enderezamos la parrilla y cambiamos el sistema para poder sacarla sin problemas, compartimos un asado espectacular junto a los chicos del club falcon y Naty se sacó la muela del juicio con la boca cerrada, todo esto entre risas y mas sonrisas que de costumbre, la pasamos súper divertidas, entre muchas cosas más, conocimos a Lorena una motera de Pringles, con la que compartimos una cena y un pequeño paseo por Bahía Blanca.

Hasta que llegó el momento de partir, dejamos un amigo en Bahía Blanca que ojala volvamos a ver.




















Con Faby - Necochea
Nos despedimos y seguimos ruta hasta Necochea, un balneario del Atlantico muy concurrido por ser muy bello, donde llegamos a casa de Fabi, una amiga del papá de Guada, que lastimosamente no podía recibirnos por estar en Uruguay; como coincidimos con un feriado Fabi pudo llevarnos a los alrededores y sus hermosas playas, compartimos mate, empanaditas y lindas charlas por dos días, hasta que otra vez llegó el día de partir, esta vez hasta Mar del Plata, otro balneario muy turístico, donde por recomendaciones de Juancho pudimos llegar donde Bigote, mejor dicho donde la familia de Bigote ya que el se encontraba por Perú viajando al igual que nosotras, libre en su moto pero con el sueño de llegar a Cuba, nos atendieron mas que bien en su casa boliche (boliche=bar, club), con la rica comida del abuelo, la atención de Marcio y de Silvia, y una vez mas nos sentimos como en casa; Juana tubo su tarde spá en Honda Porta gracias al apoyo de Fernando, listas para entrar a Buenos Aires capital federal con todas las recomendaciones.
Silvia -Mar del Plata


Salimos de Mar del Plata dejando mas amigos en ruta, con una docena de facturas en la valija, auspiciadas por Silvia, y con el estomago bien lleno como de costumbre gracias a personas tan bellas como Silvia que nos reciben con lo mejor. Con planes de parar en La Plata donde nos esperaban, pero nos tocó muy buen clima  y ruta, y sin darnos cuenta  nos pasamos de La Plata y ya estábamos mas cerca de  llegar a Buenos Aires capital federal, así que le escribimos a ultima hora a Elvi, amiga de Fabi que sin problemas nos esperaba, usurpamos la habitación de la pobre Agus por tres noches, Elvi nos llevo a conocer San Telmo, Tigre, entre otros lugares lindos de la capital, preparó sus delicias culinarias para compartir su familia con nosotras y nos invitó a conocer su jardín de infantes, donde nos presento curso por curso a los nenes contándoles nuestra travesía;¨

Con Elvi - San Telmo

“Cruzando las montañas y ríos, viendo las estrellas”.

En los días siguientes visitamos la tumba de Cerati en el cementerio de la chacharita, el monumento de los desaparecidos de la dictadura de los años 70, entre otros lugares.

Monumento a los desaparecidos de la dictadura
Nos despedimos de Elvi y su familia para continuar nuestro camino hacia Uruguay, Colonia de Sacramento, en pleno feriado de semana santa, había una fila enorme en migraciones y en aduana, pero una de las ventajas de la moto es poder pasar por un costado, así que cantando laaaaa  laaaa laaa pasamos una fila de unos 300 autos, hicimos el tramite y en diez minutos ya estábamos en Uruguay.

Continuamos nuestro camino hasta la casa de Arnaldo, el estaba sobre la ruta pero nos recibió su hermana Aldana, esa misma noche dimos un paseo a pie por la ciudad, al día siguiente llegó nuestro anfitrión, nos invito unas cervezas nacionales y unos sanduches tradicionales llamados chivitos, carne a la leña, huevo, queso, jamón, lechuga, tomate, aceitunas, salsas y papas fritas con un sabor uruguayo delicioso, dimos una ultima vuelta por la ciudad antes de partir al norte, hacia Durazno, conocido como el corazón de Uruguay, al encuentro de motos de los Crazy Riders, donde nos esperaba Carlitos, el presidente del club, en búsqueda de poder vender nuestras fotos y contar con el apoyo económico para poder subsistir en Uruguay, ya que es el país donde la gasolina es la mas cara de América Latina, 42 pesos el litro, es decir USD. 1.68  (26,88 dólares por 16 litros) bestial !!!!.
Con Hernaldo - Colonia, Uruguay

Así llegamos con la reserva de combustible en ON, armamos nuestra carpa y sin más, empezamos a laburar, nos vocearon y así conocimos a mas gente que de lo mas amables se acercaban a nosotras para conocernos y apoyarnos con nuestras fotos, entre los cuales nos informaron de un neumático usado que podían donarnos, ya que el nuestro estaba en sus últimos kilómetros de vida.

Compartimos con moteros uruguayos y le llenaron el tanque de gasolina a Juana!!, al día siguiente fuimos a Flores Trinidad donde dicho neumático estaba esperándonos con los Pardo-s Mg, llegué sufriendo ya que la gripe me estaba ganando la batalla pero llegamos, un café me devolvió la vida y deje que los chicos le metieran mano a Juana sin mi supervisión, que es algo muy raro pero no me sentía nada bien así que confié, me relaje y concentre en recuperarme, mientras recibíamos los mimos de la esposa de Yaravi,  con sanduchito, pastillas y todo; el día se puso un poco ventoso y preferimos ahorrar nafta (gasolina) y energía para el día siguiente, pasamos la noche junto con los chicos del club compartiendo un guiso hecho en la estufa de leña.

Grupo Pardos de Flores Trinidad
Fuimos a la cama para salir al día siguiente temprano rumbo a Montevideo; a 50 km de haber salido a la ruta desde la casa de Yaravi pinchamos por primera vez en el viaje de 15mil km, llamamos a Yaravi para contarle lo sucedido pero igual seguimos en la tarea de reparar la cámara con hueco, cuando ya estuvo casi armada llegaron Yaravi y Nico con un neumático Pirelli, cámara y todo nuevo, casi morimos de la emoción!  
Los chicos que estaban trabajando en la carretera y que se habían empeñado en ayudarnos se quedaron tranquilos cuando vieron a nuestros rescatistas moteros llegar en nuestro auxilio; cambiaron el aro a la nueva llanta y Juana no creía en nadie, agradecimos, nos despedimos y continuamos viaje hasta Montevideo; perdidas por una zona peligrosa de la ciudad mi celular y el trípode de Naty se cayeron y los perdimos para siempre, mi celular se cayo de la moto y cuando regrese a verlo una camioneta blanca lo había recogido y desapareció con el. Volé de la rabia por algunos minutos, pero después, llego a mi la sensatez y me di cuenta que no había pasado nada, Naty, Juana y yo estábamos bien y el viaje continuaba, así que no había porque estar triste.

Llegamos a casa de Jorge de los Ruteros de Canelones de Montevideo, nos fumamos un cigarro para superar la ansiedad que me mataba y los chicos con su bienvenida me hicieron olvidar poco a poco lo sucedido, un buen baño, cenamos un guiso con su respectivo pan, mientras lavábamos ropa sucia con las intenciones de partir al día siguiente cuando este seca; compartimos mas tiempo con los chicos acompañados de una botella de Grappa miel, un licor de miel muy bueno, hasta que nos venció el sueño y tuvimos que despedirnos para ir a descansar.

Al día siguiente fuimos a recorrer la rambla de Montevideo y partimos rumbo a Punta del Este, pasando por Piriapolis, Punta Ballena entre otras lindas playas, llegamos y entre un amigo y otro llegamos a casa de Canario quien nos recibió con los brazos abiertos junto a su esposa y sus hijos, cenamos pizza mientras conversábamos del viaje y todas sus historias hasta caer muertas de cansancio en la cama.

Una semana un poco cansada ya que queríamos llegar a un encuentro que se daría en Artigas (al norte de país, frontera con Quarai–Brasil) ; estábamos recorriendo Uruguay en una semana.

Después de discutir las rutas para llegar
 a nuestro destino, salimos rumbo a Melo, donde nos esperaba Seu Coraza con su familia y los chicos del club, llegamos junto con la noche a Melo y nos esperaba en la ruta Diego y Maldonado para llevarnos donde Coraza, un poco de plática y acordamos descansar por un día para salir el viernes por la mañana, tratando de ponernos al día con nuestras fotos y el blog; pasamos toda la mañana yo escribiendo y Naty editando fotos para la venta, hasta que en la tarde los chicos consiguieron hacernos salir a una ruta por Melo llegando al primer peaje de América del Sur, que es un lindo lugar y el atardecer nos hizo alucinar, Diego pincho su neumático pero sin problemas espero una grúa que viniera por su falcon sin ensuciarnos ni estresarnos, salimos del lugar casi de noche y llegamos a casa para comer unos chorizos y pollo a la leña con los chicos del club, entre risas y comida nos fuimos de relajo y sin miedo salimos a un pequeño paseo a la medianoche para ir en busca de un puente por donde pasaba el tren antiguamente, tomamos unas lindas fotos y regresamos a casa para viajar a la mañana siguiente con dirección a Brasil para ahorrar gasolina hasta Artigas, según lo planificado y lo que no,  tardamos aproximadamente unas 8 horas en poco mas de 300 kilómetros, así es cuando se viaja en grupo, a mi falta de costumbre de estas practicas me desespere un poco en el camino, pero todo es un aprendizaje.


Llegamos al encuentro y nos instalamos con el grupo de los Pardos, fuimos bienvenidas por los organizadores Locos del Asfalto y comenzamos a conocer a mas moteros, muchos de Brasil, así que ya estamos preparándonos para Brasil 2015. Compartimos nuestras historias con muchísimos moteros que se acercaron porque nos habían leído en Facebook y  ya tenían una idea de nuestro viaje, así que tuvimos muchísimo apoyo por tarde de Uruguay y Brasil.

Terminó el encuentro, mientras todos partían de regreso nos invitaron a un asado en casa de los papás de Zapa, miembro del club Tantanakuy, compartimos con el club y la familia de él, grandes personas, gran asado, conocimos también al Tata, el abuelo del grupo, un hermoso ser quien no dejó de robarnos sonrisas, así que decidimos quedarnos un día mas y compartir con Mirtha, Anibal, Sergio y el Tata, ya no había ningún apuro para llegar a ningún lado… disfrutamos de un guiso, unos buñuelos de plátano y una excelente compañía, risas y mas risas. Como cuesta dejar tantos amigos en el camino.

En familia con el Zapa


Tres días de familia motera y a seguir ruteando rumbo a Salto a tomarnos un descanso y relajarnos unos días en casa de Javi y los Malvenidos, que son los chicos con los que estamos compartiendo hasta el momento. No podríamos quejarnos de absolutamente nada, la vida nos trata con la mayor de las amabilidades, las personas que vamos cruzando en nuestro camino son las mejores que nos podríamos encontrar, no hemos podido gastar nada en Uruguay ya que siempre hay alguien ahí que no nos deja pagar la cuenta. Hay tanto agradecimiento en nuestros corazones, pero los Uruguayos entre ellos Javi nos dicen que dejemos de agradecer tanto, pero se nos hace imposible.
Fuimos a las termas de Dayman y fue como haber cambiado la espalda por una nuevita… se acerca el momento de partir, con la barriga llena de delicias entre ellas la pizza de la abuela de Javi, vamos haciéndonos a la idea de subirnos a la moto y dejar en Uruguay un pedazo de nuestros corazones para en algún momento poder regresar y compartir mas rutas con nuestros amigos moteros.



En el primer peaje de America del Sur